Hay estilos que no desaparecen, solo esperan el momento perfecto para regresar con fuerza. Eso es exactamente lo que está ocurriendo con el Modern Spanish Style, una tendencia que, tras dos décadas en segundo plano, ha vuelto a posicionarse en lo más alto del diseño de interiores y arquitectura residencial.
Esta corriente recupera la esencia del mediterráneo tradicional, inspirándose en las viviendas señoriales de la costa levantina, pero adaptándola a un lenguaje contemporáneo. Su valor no reside únicamente en la estética, sino en su capacidad de crear espacios cálidos, habitables y llenos de identidad.
Los materiales cálidos y nobles son los grandes protagonistas: suelos de terracota, paredes encaladas, vigas de madera vista y textiles naturales como el lino o el algodón lavado. La arquitectura rescata formas orgánicas, con arcos interiores, nichos de obra y juegos de luces y sombras que evocan el ritmo pausado de las casas de antes.
Esta nueva versión del estilo mediterráneo se despoja del exceso decorativo para apostar por lo sencillo, lo auténtico y lo funcional. Los colores tierra, la piedra natural, el barro cocido o los revestimientos de yeso aportan una paleta cálida que equilibra confort, frescura y sofisticación.
No es casualidad que celebridades como Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas hayan apostado por esta estética para sus propiedades en Mallorca, ni que cada vez más viviendas de obra nueva y rehabilitaciones busquen inspiración en este estilo. El resurgimiento del Modern Spanish Style conecta con una necesidad global de volver a lo esencial: casas habitables, sostenibles, conectadas con el entorno y atemporales.
Las viviendas se piensan no solo como refugio, sino como extensión de uno mismo. Y este estilo responde con coherencia a ese deseo de vivir rodeados de belleza serena, identidad local y materiales con alma.
Tanto si estás pensando en reformar, como si estás buscando vivienda o simplemente te interesa el mundo del interiorismo, esta tendencia es una fuente de inspiración viva y actual. Aporta valor estético, emocional y funcional. Y lo mejor: funciona igual de bien en un apartamento urbano, que en una masía rehabilitada o en una vivienda de costa.
En JBM Servicios Inmobiliarios lo tenemos claro: el diseño también es una forma de habitar mejor. Y este regreso al mediterráneo más auténtico lo confirma.