Los meses de verano son sinónimo de vacaciones, playa, viajes y, sobre todo, altas temperaturas. Durante este periodo, de junio a septiembre, el aire acondicionado se convierte en nuestro gran aliado, pero también puede elevar considerablemente el consumo energético del hogar.
Si estás pensando en comprar o alquilar una vivienda, o simplemente buscas mejorar el confort térmico de tu casa, existen estrategias pasivas de climatización que te ayudarán a mantenerla fresca sin depender exclusivamente de sistemas eléctricos.
1. Ventanas de doble acristalamiento: aislamiento térmico inteligente
Una vivienda bien aislada es clave para el ahorro energético. Las ventanas con doble acristalamiento no solo protegen del frío en invierno, sino que también son eficaces para impedir que el calor del exterior entre en casa. Este tipo de cerramiento contribuye a mantener una temperatura interior estable, ideal para los meses más calurosos.
Consejo inmobiliario: Si estás buscando una casa o piso en venta o alquiler, prioriza las que cuenten con este tipo de cerramientos. Aumentan el valor de la propiedad y reducen gastos a largo plazo.
2. Cortinas, persianas y toldos: aliados contra el sol
Bajar las persianas durante las horas más intensas del día o desplegar toldos exteriores puede reducir hasta un 80% la radiación solar que entra por las ventanas. Usa cortinas térmicas o de colores claros para reforzar este efecto sin renunciar al estilo en la decoración.
3. Ventilar estratégicamente
Aprovecha las primeras horas del día y las noches para renovar el aire del hogar sin que esto implique un aumento de temperatura. Mantener cerradas las ventanas durante las horas centrales ayuda a bloquear la entrada de aire caliente.
4. Colores claros y textiles adecuados
Los tonos suaves y las fibras naturales no solo aportan frescura estética a tu vivienda, sino que también reflejan mejor la luz y el calor. Utiliza fundas, cortinas y ropa de cama de lino o algodón en colores pastel para potenciar la sensación de frescor.
5. Minimiza el uso de luces y electrodomésticos
Luces incandescentes, hornos y secadoras son fuentes importantes de calor. Reducir su uso durante el día o programarlos en horarios más frescos puede marcar la diferencia. Aprovecha al máximo la luz natural y opta por electrodomésticos eficientes energéticamente.
6. Control del agua caliente
El sistema de agua caliente sanitaria también genera calor indirecto en el hogar. Si tu instalación es antigua, considera modernizarla para reducir su inercia térmica y evitar que aumente la temperatura de forma innecesaria.
7. Mobiliario y distribución inteligente
El uso de materiales transpirables como el ratán, el mimbre o el bambú para mobiliario de interior y exterior no solo aporta estética natural, sino que ayuda a absorber la humedad y mantener frescura. Además, una buena distribución de los muebles permite mejorar la circulación del aire y optimizar la ventilación cruzada.
Tip de experto inmobiliario: Si estás reformando tu casa para alquilarla o venderla, aplicar estas técnicas puede incrementar su atractivo y valor percibido, especialmente en regiones con climas cálidos.